Unos primeros 1.000 días decisivos
Los primeros 1.000 días son el periodo en el que, por un lado, el pequeño está más expuesto a factores externos perjudiciales y, por otro, un periodo en el que se producen cambios muy dinámicos y el desarrollo de los sistemas individuales. En todos ellos influyen las bacterias intestinales.
Por eso es tan importante mantener una flora microbiana sana.
Por algo se dice que la salud empieza en el intestino.
¿Qué aporta un probiótico a un lactante?
Merece la pena considerar el apoyo probiótico en los siguientes casos: parto por cesárea, cuando el bebé no está siendo amamantado, durante y después de la terapia antibiótica, después de estancias hospitalarias, en caso de problemas con el sistema digestivo (cólicos, micción, diarrea, problemas con la defecación), infecciones frecuentes, así como en la prevención de alergias, dermatitis atópica y síndrome del intestino irritable.